Recientemente he producido varias historias con fotógrafos con ciegos y débiles visuales de la fundación Ojos que Sienten.
Durante el taller de fotografía que impartí le expliqué a los alumnos que hay dos clases de artistas.
El primero es el que se dedica a observar sus obras y a exclamar: "!Que buen fotógrafo soy!". Para muchos, lo que se hace con su trabajo, lo que comunique o su objetivo final acaba siendo secundario, su objetivo principal es cubrir el tema que vende en ese momento para ganar dinero, reconocimiento y premios.
Dejé claro a los alumnos que si su objetivo era sentarse a contemplar sus imágenes y "mirarse en el espejo" como diría el cuento, escogieron la vocación equivocada, como ciegos no pueden pertenecer a ese grupo.
Pero continué explicandoles que hay otra clase de arte para el que la fotografía es una oportunidad de comunicar algo valioso para la sociedad. Hay artistas que persiguen una idea que va más allá del dinero, el egoismo y el reconocimiento social. Este arte está abierto para todos, ciegos incluidos.
Le conté a estos fotógrafos que aunque no podrían ver sus trabajos tendrían la satisfacción de que su idea llegará a otras personas. Si tenemos en cuenta que las personas invidentes son ignoradas por una parte importante de la sociedad, la fotografía se presentaba como una oportinidad excelente para hacer que fueran "vistos."
El más común de los comentarios que he recibido es que sus imágenes no pueden ser realmente de ellos y que no tienen mérito porque se les ayudó, fueron arregladas con "Photoshop" y alguien les editó el trabajo.
Y es aquí donde los modelos mentales discriminatorios de la sociedad quedan al descubierto. Muchos fotógrafos, que tienen bien su visión, cortan fotos, manipulan imagenes y alteran sus fotografías de muchas formas. Además, muchos de estos fotógrafos no editan sus propias imágenes, tienen editores que lo hacen, a veces diciendoles donde y qué tienen que fotografíar.
Sin embargo, a pesar de que casi todos tomamos ventaja de la ayuda o consejo de los demás, la opinión que he encontrado sobre el tema es tajante: Los ciegos deben hacerlo todo solos, sin editores, sin producción, sin Photoshop y sin ayuda.
De esta forma nuestra sociedad ve bienque los que tienen toda su visión sean guiadospor editores y tecnología pero a los ciegos no, ellos tienen que hacerlo todo solos.Esta postura muestra muy bien la marginaciónque sufren las personas con discapacidad hoy día.
Afortunadamente los fotógrafos de Ojos que Sienten han demostrando que no hay barreras cuando se quiere comunicar.
El objetivo de nuestros trabajos es mostrar a la sociedad que las personas con discapacidad, en este caso ciegos o débiles visuales, pueden comunicar por medio de fotografías.
Los invidentes, guiados por los sonidos, los olores, el tacto o la suma de todos ellos pueden crear una imagen mental que transmite una idea y una emoción que todos podemos reconocer.
Son su intención y su voluntad de comunicar las que al final se imponen. He tenido alumnos que ven normalmente, con perfecta visión, y sin embargo no fueron capaces de ver ni captar historias incluso mucho más sencillas. ¿De que sirve la vista si no se tiene una idea o emoción que compartir y la voluntad para hacerlo? Obviamente de nada.
Maritza González lo explicaba muy bien en una entrevista que le hice:
"En realidad todo es mente, si nos damos cuenta de por ejemplo esta silla en la que yo estoy sentada alguien un dia penso: Ah! ya se! El banco de la escuela va a ser asi y lo creo y lo hizo. Es lo mismo que cuando aparentemente no tenemos la visión, aparentemente, todo esta en nuestro pensamiento y cuando ese pensamiento sabe lo que quiere retratar, sabe lo que quiere ver lo que quiere hacer que los demas vean, solamente tiene que estar en nuestra mente...todo esta en mi mente y mi mente es maravillosa yo ya lo vi antes de que ni siquiera la foto estuviera hecha, ya lo vi, click y sale la foto."